El que se enamora pierde
Me gusta la teoría del amor, pero este blog es de hostelería.
Te vuelves un poco majareta si no lo has mentalizado, pero ahí, en ese momento exacto es cuando debes aprender a gestionar tus emociones, como los nervios que siempre estarán a flor de piel para jugártela.
Tu único objetivo es el de sacar el servicio adelante, ya que cada minuto cuenta, es tan valioso que se pone en juego todo tu potencial, además de que el personal de cocina cuenta contigo ciegamente.
Jamás se me cruzó por la cabeza que sería un trabajo tan pesado que requiere de mucha fuerza de voluntad, es un oficio que al parecer está destinado al sector masculino o para alguien con mucho aguante como yo.
Los primeros días sentí que el mundo me tragaba por la cantidad de faena que había en los servicios, aún así pude llegar a cargar racks repletos de copas hasta formar un perrito...
Después de tanto ajetreo, era el turno de lavar todos los trastes de cocina que se almacenaban en un burrito... Sí, en el office hay mucha jerga y todo en diminutivo.
Sin embargo, no me quedé de brazos cruzados y me lancé a la aventura, aunque me di unos cuantos porrazos porque quería hacerlo bien, lo logré... Prueba superada!...
Este año no me lo quita nadie, me llevo lo aprendido, crecí laboralmente hablando y me vi con la capacidad para llegar a enfrentar este reto, el de ser una pica.
Me gusta la teoría del amor, pero este blog es de hostelería.
Dándome un voltereta por el mundo de la cocina, pude confirmar que las funciones son distintas, no es lo mismo limpiar el office de una panadería, que limpiar la cocina de un colegio, o la pica de un hotel, además de que se hacen otros tipos de funciones como apoyo en cuarto frío, todo es distinto, aunque las empresas te vendan la moto......
Después de vivir medio año de altibajos, paseándome por todas las cocinas de Barcelona y alrededores, estoy logrando desatar el cabestro que tengo atado a mi cabeza, viendo un poco la luz al final del túnel, la salida está cada vez más cerca, puedo respirar profundamente mientras medito en algún parque.